Y esa lágrima parece decir; ¡oh Madre mía! Decid qué deseáis; todo lo mío es también vuestro ¿Esta concedido; Jesús ha sido ganado! ¡Ha sido tocado en su punto flaco! Ahora pide; lo obtendrás todo, absolutamente todo lo que sea conforme a la gloria de Dios y no perjudique a tu salvación. ¿No es consoladora y confortante esa certeza de ser oído y esa seguridad de poder decir; yo puedo alcanzarlo todo de mi Divino Salvador y Él no me puede negar nada? Pruébalo, y experimentarás que no es ficción piadosa sino dulce realidad. En las penas, en las tentaciones, ve a Jesús con esta simple expresión: "Jesús, aquí tenéis a vuestra Madre!

sábado, 26 de octubre de 2013

ORACIÓN A NUESTRA SANTÍSIMA MADRE DE LA SALETTE


Recuerda, Nuestra Señora de la Salette, verdadera Madre de la aflicción, las lágrimas que derramaste por mí en el Calvario; no te olvides tampoco del continuo cuidado que has tenido para protegerme de la justicia de Dios; y considera si puedes ahora abandonar a tu hijo, por quien has hecho tanto. Inspirado por este consolador pensamiento, vengo a postrarme a tus pies, a pesar de mi infidelidad e ingratitud. 
No rehúses mis ruegos, Oh Virgen de reconciliación, conviérteme, obtened para mí la gracia de amar a Jesucristo sobre todas las cosas y de consolarte a ti también viviendo una vida santa, para que un día yo pueda verte en el Cielo. Amén.

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