Y esa lágrima parece decir; ¡oh Madre mía! Decid qué deseáis; todo lo mío es también vuestro ¿Esta concedido; Jesús ha sido ganado! ¡Ha sido tocado en su punto flaco! Ahora pide; lo obtendrás todo, absolutamente todo lo que sea conforme a la gloria de Dios y no perjudique a tu salvación. ¿No es consoladora y confortante esa certeza de ser oído y esa seguridad de poder decir; yo puedo alcanzarlo todo de mi Divino Salvador y Él no me puede negar nada? Pruébalo, y experimentarás que no es ficción piadosa sino dulce realidad. En las penas, en las tentaciones, ve a Jesús con esta simple expresión: "Jesús, aquí tenéis a vuestra Madre!

jueves, 31 de diciembre de 2015

CONSAGRACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, PARA TERMINAR EL AÑO

¡Míranos siempre, Madre mía, como cosa y posesión tuya!

Santísima Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra: Humildemente postrados ante Ti, te entregamos y consagramos nuestro corazón y nuestra alma, prometiéndote servirte con toda fidelidad hasta la muerte. Dígnate, Inmaculada Virgen María, aceptar benigna este ofrecimiento y alcánzanos de Jesús valor y gracia para cumplirlo.

Míranos como cosa tuya para que, custodiados por tu maternal bondad, vivamos santamente muramos en gracia de Dios y consigamos la eterna felicidad de la Gloria. Amén.




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