Y esa lágrima parece decir; ¡oh Madre mía! Decid qué deseáis; todo lo mío es también vuestro ¿Esta concedido; Jesús ha sido ganado! ¡Ha sido tocado en su punto flaco! Ahora pide; lo obtendrás todo, absolutamente todo lo que sea conforme a la gloria de Dios y no perjudique a tu salvación. ¿No es consoladora y confortante esa certeza de ser oído y esa seguridad de poder decir; yo puedo alcanzarlo todo de mi Divino Salvador y Él no me puede negar nada? Pruébalo, y experimentarás que no es ficción piadosa sino dulce realidad. En las penas, en las tentaciones, ve a Jesús con esta simple expresión: "Jesús, aquí tenéis a vuestra Madre!

sábado, 29 de abril de 2017

DICHOS DE LOS SANTOS EN ALABANZA DE LA VIRGEN

Pues este cuerpo de Cristo que Ella engendró y llevó en su seno...es el mismo Cuerpo que recibimos en el altar

Aquí, mis queridos hermanos, os pido que penséis cómo somos deudores de la Bienaventurada Madre de Dios, y qué de acciones de gracia le debemos rendir, después de a Dios, por tan gran beneficio. Pues este cuerpo de Cristo que Ella engendró y llevó en su seno, que envolvió en pañales, que alimentó con su leche con  una solicitud materna, es el mismo Cuerpo que recibimos en el altar; es su Sangre la que bebemos en el Sacramento de nuestra redención. Esto es lo que sostiene la Fe Católica, y lo que enseña la Santa Iglesia. No, no hay palabras humanas que sean capaces de alabar dignamente a Aquella de quien tomó su carne el Mediador entre Dios y los hombres. Cualquier honor que le pudiésemos dar, está por debajo de sus méritos, ya que Ella nos ha preparado en su casto seno la Carne Inmaculada que alimenta nuestras almas. Eva comió un fruto que nos privó del eterno festín; María nos presenta otro que nos abre la puerta del Banquete Celestial.

San Pedro Damiano


jueves, 27 de abril de 2017

VISITA ESPIRITUAL A LA VIRGEN DE MONTSERRAT

¡Virgen poderosa, más fuerte que un ejército en orden de batalla!

*** Entre paréntesis se ha puesto la expresión regional, para quien quiera rezarla por su propio territorio o con una intención general.

1. Virgen prodigiosa, trono purísimo en el que descansó la eterna Sabiduría  cuando vino al mundo a enseñar el camino de salvación, consigue para tus hijos (catalanes) aquella fe que hunde las montañas, llena los valles  y hace expedito el camino de la vida. Avemaría.

2. Madre castísima, espejo de pureza, flor de las vírgenes, que trajiste al mundo el bálsamo de incorrupción, a Jesús, Hijo de Dios, obtennos la honestidad de las costumbres públicas. Avemaría.

3. Profetisa admirable, que bendijiste y alabaste al Dios eterno más que todas las jerarquías angélicas juntas, hay que sea desterrado de este pueblo tuyo el espíritu de maledicencia y de blasfemia. Avemaría.

4. Rosa de caridad, fuego que, sin consumir, calienta, aleja (de Cataluña) el espíritu de discordia y reúne a todos sus hijos con un corazón de hermanos. Avemaria.

5. Santa Engendradora del Eterno, hija de tu hijo, haz que nunca se deshaga este pueblo (catalán) que tu engendraste espiritualmente. Avemaría.

6. Virgen poderosa, más fuerte que un ejército en orden de batalla, desde tu alto castillo de Montserrat, defiende de enemigos espirituales y temporales toda la tierra (catalana) que tienes encomendada. Avemaría.

7. Señora de Montserrat, que tiene tu santa montaña rodeada de olivos, signo de paz, concede a los pueblos (de Cataluña) una paz cristiana y perpetua. Avemaría.

OREMOS 

Oh Dios, que concedes todo los bienes y glorificas con un culto particular en la montaña escogida por la excelsa Madre de vuestro Hijo Único, haz que ayudados por tan poderosa protección de la Inmaculada Virgen María, podamos llegar con seguridad a la montaña que es Cristo. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


miércoles, 26 de abril de 2017

AL FIN MI INMACULADO CORAZÓN TRIUNFARÁ. EL CORAZÓN INMACULADO DE NUESTRA MADRE

Dios quiere establecer en el mundo la devoción al Inmaculado Corazón para salvar a los pecadores

Misterio del corazón de María que encontramos ya en el Evangelio y que en estas apariciones Dios quiere que le demos su justo puesto. Pues el Corazón Inmaculado de María que nos da a conocer en Fátima es el mismo Corazón que lleno de Dios se apresura a auxiliar a su prima necesitada y exulta de gozo en el “Magnificat”, es el mismo corazón que guarda y medita los acontecimientos extraordinarios del nacimiento y de la infancia de Jesús, es el mismo corazón que sin comprender la respuesta del Niño Jesús se hace caja de secretos de los misterios de Dios, es el mismo corazón que en Caná se mueve a compasión hacia aquellos novios que no tienen vino, ese mismo Corazón que durante los tres años de vida pública de Jesús late al unísono con el de su Hijo, ese mismo corazón que es traspasado cruel y ferozmente por la espada de dolor en el Calvario al ver a su Hijo muerto, es ese mismo Corazón que rebosante de alegría goza ante la resurrección de su Hijo; y este corazón de la Virgen es el mismo que lleno de esperanza aúna a los discípulos de su Hijo en el cenáculo para implorar el don del Espíritu Santo…   

En el momento de las apariciones, estas crearon una gran expectación en la sociedad de la época: no sólo de la gente sencilla y popular, sino también entre las autoridades eclesiásticas, los políticos comarcales y regionales, los medios de comunicación… Pensemos que en la última aparición que tiene lugar el 13 de octubre de 1917, en aquel campo, explanada actual del santuario de Fátima, había miles de personas: de treinta a cuarenta mil personas… según la crónica de los periódicos de la época, nada proclives al mundo de lo religioso…

Son muchas las personas que han escuchado hablar de estas apariciones, son muchas las personas que han peregrinado y peregrinarán durante este año a aquel santuario, son muchos que se quedan admirados ante los fenómenos “más llamativos” de estos acontecimientos…. pero si en definitiva no descubren al Corazón Inmaculado de María no entenderán nada.

Recordemos cuatro puntos fundamentales de esta revelación de Dios acerca del Inmaculado Corazón de María y que han de ser para nosotros fundamentales si queremos conocer y hacer la voluntad de Dios.

· Dios quiere establecer en el mundo la devoción al Inmaculado Corazón para salvar a los pecadores. En la aparición del 13 de julio de 1917, la Virgen muestra en visión a los tres niños el infierno. Y les dice: “Habéis visto el infierno, donde van las almas de los pobres pecadores. Es para salvar a los pecadores que Dios quiere establecer en el mundo la Devoción a Mi Inmaculado Corazón.” El Inmaculado Corazón de María es la expresión y el medio que Dios ofrece para salvar a los pecadores, pues “quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la Verdad.” Él ha querido entregar a su Madre el poder de salvación. Por ello, para la Iglesia y para nosotros se hace imperioso atraer las almas hacia la Virgen… de todas las formas y modos, hemos de ingeniárnoslas para que todos conozcan y amen más a la Virgen y acudan a ella. Esta es la nueva Evangelización a la que estamos llamados. Hemos de traer a todos a los pies de nuestra Señora, primer virtualmente rezando y ofreciendo sacrificios por ellos; pero también físicamente ante su altar, para que dirigiendo su mirada hacia aquella cuyos ojos son misericordiosos exclamen: Sálvame, María. Sálvame, Madre. 
· Dios quiere conceder la paz al mundo y las gracias a través de este mismo Corazón. Estas son las palabras de la beata Jacinta a su prima Lucía poco antes de morir con tan solo 9 años: “Ya falta poco para irme al cielo. Tú quedas aquí para decir que Dios quiere establecer en el mundo la devoción al Inmaculado Corazón de María. Cuando vayas a decirlo, no te escondas. Di a toda la gente que Dios nos concede las gracias por medio del Inmaculado Corazón de María. Que las pidan a Ella, que el Corazón de Jesús quiere que a su lado se venere el Inmaculado Corazón de María, que pidan la paz al Inmaculado Corazón, que Dios la confió a Ella. Si yo pudiese meter en el corazón de toda la gente la luz que tengo aquí dentro en el pecho, que me está abrazando y me hace gustar tanto del Corazón de Jesús y del Corazón de María." Dios concede las gracias a través del Inmaculado Corazón de María. Nos concedió al que es el mismo autor de la gracia, Jesucristo Nuestro Señor, y nos concede todos los bienes espirituales y materiales a través de ella. Ella es la Madre de la Familia de Dios y por tanto es la Administradora, la que distribuye a cada uno lo que necesita, la que sabe y conoce como es cada uno de sus hijos… Ella es la Medianera de todas las gracias y, por ello, a ella debemos recurrir. 
· Dios quiere que reparemos el Corazón Inmaculado de María herido por los pecados de los hombres.  El niño Jesús, 8 años más tarde, en la ciudad de Pontevedra le dirá a Sor Lucía: “Ten compasión de Corazón de Tu Santísima Madre, que está rodeado con las espinas que los hombres ingratos constantemente le clavan, sin haber quien haga un acto de reparación para quitárselas.” Un corazón herido al que debemos reparar con nuestro amor y nuestra verdadera devoción. Un corazón que sufre ante la frialdad y frivolidad del hombre moderno. Un corazón que nos ama y que solo podemos reparar amando. 
· Dios quiere que el Corazón de su Madre sea un refugio para las almas que buscan agradarle y el camino fácil, corto y seguro para llegar a él. Estas son las palabras de la Virgen a la niña Lucía cuando le anuncia su misión de ser apóstol de su Corazón: “Mi Inmaculado Corazón será tu refugio y el camino que te conducirá a Dios.” Sí, el corazón de María es el refugio ante las tempestades de las pasiones que se levantan en nuestra alma, ante las tempestades de los sufrimientos y golpes de la vida, el refugio ante el dolor de la enfermedad y de la soledad, el refugio seguro donde hallaremos paz, donde hallaremos descanso en nuestras fatigas.


“Al fin, mi Inmaculado Corazón triunfará” Son las palabras de la Virgen después de confiarles el tercer secreto a los niños de Fátima: sufrimientos y calamidades en el mundo, turbación y confusión en la Iglesia, sufrimiento y persecución del Papa y de los cristianos… pero al fin, mi Inmaculado Corazón triunfará.

A la luz de los acontecimientos de la navidad, hemos de comprender este triunfo del Corazón de María que no vendrá con aparatosidad y magnificencia… sino mediante su reinado en las almas sencillas, “en medio del silencio”. Aquellos que sepan acoger a María como Madre y se consagran a su Inmaculado Corazón formarán el ejército de almas de las que ella se servirá para extender su reinado y preparar la venida definitiva de su Hijo. Sintiéndonos dichosos por haber sido escogidos entre ellos, “amémosla y hagámosla amar” –como decía el Padre Pío.



sábado, 22 de abril de 2017

¡OH MADRE DE FÁTIMA!

María, alivio de las almas del purgatorio

“Rezad el Rosario todos los días para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra”

¡Oh Santísima Virgen María, Reina del purgatorio!, que enseñaste a los pastorcitos de Fátima a rogar a Dios por las almas del purgatorio, especialmente por las más abandonadas. Encomendamos a la inagotable ternura de vuestro Maternal Corazón todas las almas que padecen en aquel lugar de purificación, en particular las de todos nuestros allegados y familiares y las más abandonadas y necesitadas; alíviales sus penas y llévalas pronto a la región de la luz y de la paz, para cantar allí perpetuamente vuestras misericordias.

martes, 18 de abril de 2017

LOS FAVORES DE NUESTRA MADRE MARÍA

UNA SINGULAR ENFERMERA

Virgen bendita, que tu bondad haga conocer en adelante al mundo la gracia que Tú has hallado junto a Dios: consigue con tus oraciones el perdón de los culpables, la salud de los enfermos, el consuelo de los afligidos, ayuda y libertad para los que están en peligro 

Terry Ross, de 23 años, sargento de alpinistas escoceses (los famosos Scaforth Highlanders). Su primera acción, muy difícil, desembarcar en Francia, a doce millas al norte de El Havre, para eliminar una estación de radios en Bruneval.

Una explosión como un relámpago al asaltar la estación. Cuando recobró el conocimiento estaba en el Hospital. Operaciones; días largos. Pide al cirujano le diga la verdad: Sí, ya no recuperará la vista. 

Por primera vez desde su niñez lloró a lágrima viva, apretándose la sábana contra la boca. Sin saber cómo, tocó algo que agarró con fuerza. Era un Escapulario de la Virgen. En voz baja murmuró:

— Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros.

Y entonces, en su desesperación, sintió que una mano apretaba la suya, y una voz de mujer le preguntaba:

— Me llamas, Terry?

El pobre muchacho se aferró a la mano de la enfermera:

— No, Hermana; no estaba llamando; pero, por favor, hágame compañía un rato, que me siento horriblemente solo.
— Vamos, hombre; así no habla un soldado valiente como tú. Recuesta la cabeza un poco mientras te refresco la frente. ¿Acaso no puedes dormir? Cavilas demasiado tal vez.

Terry rompió en un torrente de confesiones y desahogos. Luego las dulces palabras de la enfermera le dejaron plenamente tranquilizado. Se durmió.

Cuando despertó, la venda de los ojos se había caído. Alzó la mano para enderezarla y se detuvo de repente.

— ¿Eres tú, Juan? — preguntó con ansiedad.
— Sí señor — respondió el enfermero. — Dispense usted si le he despertado, pero tengo mucho que hacer y necesito empezar temprano.
— Eso no importa, Juan. Acércate aquí más, más.

La voz de Terry sonaba excitada.

— Dime, Juan, ¿tú tienes una escoba en la mano izquierda? ¿Y eres alto y delgado y... llevas gafas?

El viejo dejó la escoba y echó a correr.

A los pocos minutos llegó el doctor y le hizo un examen minucioso.

— Es imposible de explicar, Ross; pero dentro de pocas horas tendrás perfecta visión.

Ross preguntó ansiosamente.

— ¿Cuál de las enfermeras estaba de servicio anoche?
— Ninguna, Ross. ¿Por qué lo preguntas?
— Es que cuando se apagaron las luces, yo no me quedé dormido hasta que ella no vino.
— Ella, ¿quién es ella? Te digo, Terry, que aquí no había enfermera alguna.

No, no había sido un sueño. Él había experimentado la angustia de un terror mortal, y había rezado: “Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros”... y estaba curado.

Rafael María López-Melús, Prodigios del Escapulario del Carmen, 
Editorial Apostolado Mariano, Sevilla, pgs. 151-152



martes, 11 de abril de 2017

SÚPLICA A NUESTRA MADRE DE LOS DOLORES


¡Oh Virgen Dolorosa!, concédeme que así como Tú, por tus dolores, recibes gran gloria en el cielo y triunfas allí como Reina gloriosa de los mártires, así yo también, después de una vida mortificada con Cristo, merezca vivir eternamente en la gloria, dichoso con Cristo. Concédeme, ¡oh Reina de los mártires!, vivir en la Cruz con paciencia, morir en la Cruz con esperanza y reinar por la Cruz con gloria. Así sea.


domingo, 9 de abril de 2017

PETICIÓN A NUESTRA MADRE DE LOS DOLORES

Ruega por nosotros, Virgen y Madre Dolorosísima, que estuviste constantemente junto a la Cruz de Nuestro Señor

Acuérdate, Virgen Madre de Dios, cuando estés en la presencia del Señor, de hablar en favor nuestro y que aparte su indignación de nosotros.

¡Oh Santísima Madre!, hazme esta gracia: fija en mi corazón con eficacia las Llagas de Jesús Crucificado.

Haz que de Cristo en mí lleve la muerte, que participe su Pasión y suerte y medite en sus Llagas apenado. Para que no arda en los eternos fuegos, defiéndeme Tú, ¡oh Virgen!, con tus ruegos, en el día del Juicio.

Y Tú, ¡oh Cristo!, al salir yo de esta vida, por tu Madre querida, haz que llegue a la palma de victoria. Cuando mi cuerpo muera, haz que mi alma adquiera del Paraíso la Gloria.

Rezar tres avemarías

OREMOS

Te rogamos, Señor nuestro Jesucristo, que interceda ante tu clemencia la Bienaventurada Virgen María tu Madre, cuya alma atravesó la espada de dolor en la hora de tu Pasión. Lo pedimos por Ti, ¡oh Jesucristo!, Salvador del mundo, que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos. Amén.


viernes, 7 de abril de 2017

VIERNES DESPUÉS DE LA DOMÍNICA DE PASIÓN – LOS SIETE DOLORES DE LA B. VIRGEN MARÍA

¡Oh Virgen!, Tú le contemplas con ojos piadosos, y consideras en Él, no tanto el dolor de las heridas como la salud del mundo

¡Oh Santa Madre!, graba profundamente las llagas de Jesús Crucificado en mi corazón.
Hazme partícipe de las penas que tu Hijo llagado por mí se dignó sufrir.
Que mientras yo viva, mis lágrimas se mezclen a las tuyas, compadeciendo al Divino Crucificado.
Que permanezca a tu lado junto a la Cruz compartiendo tu duelo.


ORACIÓN

¡Oh Dios!, en cuya Pasión fue traspasada de dolor el Alma dulcísima de la Gloriosa Virgen y Madre María, según la profecía de Simeón: concedednos propicio, que cuantos veneramos su Transfixión y Pasión, consigamos por los gloriosos méritos y preces de todos los Santos que se mantuvieron fieles al pie de la Cruz, los frutos felices de vuestra Pasión. Vos que vivís y reináis, por los siglos de los siglos. Amén


sábado, 1 de abril de 2017