Y esa lágrima parece decir; ¡oh Madre mía! Decid qué deseáis; todo lo mío es también vuestro ¿Esta concedido; Jesús ha sido ganado! ¡Ha sido tocado en su punto flaco! Ahora pide; lo obtendrás todo, absolutamente todo lo que sea conforme a la gloria de Dios y no perjudique a tu salvación. ¿No es consoladora y confortante esa certeza de ser oído y esa seguridad de poder decir; yo puedo alcanzarlo todo de mi Divino Salvador y Él no me puede negar nada? Pruébalo, y experimentarás que no es ficción piadosa sino dulce realidad. En las penas, en las tentaciones, ve a Jesús con esta simple expresión: "Jesús, aquí tenéis a vuestra Madre!

martes, 21 de noviembre de 2017

DÍA 21 DE NOVIEMBRE, PRESENTACIÓN DE LA STMA. VIRGEN EN EL TEMPLO

Beáta Dei Génetrix María, Virgo perpétua, templum Dómini, sacrárium Spíritus Sancti, sola sine exémplo placuísti Dómino nostro Iesu Christo, allelúia!
Se unió Joaquín en matrimonio con Ana, mujer sumamente escogida y digna de los mayores encomios. Semejante a la antigua Ana, que, hallándose afligida por la prueba de la esterilidad, obtuvo, gracias a sus oraciones y a su voto, ser madre de Samuel, así ella obtuvo del Altísimo, también con sus oraciones y una promesa, serlo de la Madre de Dios, de manera que ni por este concepto debe posponerse a las mujeres más ilustres. Así pues, la gracia (tal es el significado del nombre de Ana), dio a luz a la Soberana (he aquí lo que significa el nombre de María) La cual fue constituida verdaderamente en Soberana de todas las cosas creadas al ser erigida Madre del Creador. Vio la primera luz en la casa de Joaquín, llamada piscina probática, y fue más tarde conducida al templo. Plantada así en la casa del Señor y nutrida por el Espíritu Santo, semejante a un olivo fructífero, convirtióse en santuario de todas las virtudes, apartando su corazón de todas las concupiscencias de esta vida y de la carne, y conservándose virgen así en el alma como en el cuerpo, cual convenía a la que debía recibir al mismo Dios en sus entrañas.

Del Libro de San Juan Damasceno,
sobre la Fe Ortodoxa
Libro 4, cap. 15 

ORACIÓN


¡Oh Dios!, que quisiste que en este día fuese presentada al Templo la Bienaventurada María, morada del Espíritu Santo; os suplicamos nos concedáis por su intercesión que merezcamos ser presentados en el templo de vuestra gloria. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.



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